Sobre el uso de la @: En Latinoamérica feministas, estudiantes y activistas han utilizado por muchos años la “@” (arroba) en sus escritos para subrayar la importancia de utilizar un lenguaje anti-sexista y para promover la inclusión de géneros. En muestra de solidaridad y por la importancia de estos objetivos para nuestra agencia, la “@” será utilizada en nuestros escritos. Prácticas óptimas para involucrar a jóvenes como socios y socias en la prevención de la violencia sexual Hay un creciente giro enfocándose hacia la prevención de la violencia sexual como una asociación o alianza entre jóvenes y personas adultas—creando programas con jóvenes en vez de para jóvenes. Reconociendo que l@s jóvenes son expert@s en cuanto a las necesidades y preocupaciones de la juventud, los programas para liderazgo juvenil apoyan a jóvenes para que apliquen sus conocimientos, ideas y habilidades a la prevención de la violencia sexual en sus vidas y comunidades. Al trabajar juntas con el fin de prevenir la violencia sexual a nivel comunitario, las personas jóvenes y adultas crean una fundación sólida para un cambio efectivo a largo plazo. En programas liderados por jóvenes, ell@s asumen el liderazgo en el diseño y ejecución de proyectos para prevenir la violencia sexual en sus comunidades y personas adultas aliadas les brindan capacitación, recursos, contactos comunitarios y motivación. Personas jóvenes y adultas son socias en pie de igualdad—se enseñan mutuamente, aprenden unas de otras y comparten el poder, la toma de decisiones y la responsabilidad por los resultados del programa. Hay muchos beneficios para jóvenes que se apropian de los esfuerzos dirigidos a prevenir la violencia sexual. Jovenes Líderes adquieren habilidades, experiencia, confianza y reconocimiento en su comunidad. También sirven como modelos para otr@s jóvenes y ayudan a asegurar que los programas sean adecuados para sus semejantes. Las organizaciones que facilitan el liderazgo juvenil se benefician de la energía, destreza, creación y diversas practicas de l@s jóvenes, especialmente cuando ell@s participan como soci@s en la adopción de decisiones a todos los niveles de la organización. Las comunidades se benefician del compromiso y las contribuciones de l@s jóvenes al cambio social. Jóvenes como líderes y lideresas El liderazgo juvenil adopta múltiples formas. Ya sea como voluntari@s o personal empleado, l@s jóvenes pueden participar en la prevención de la violencia sexual como educadores de sus semejantes, activistas comunitari@s, integrantes de asesores consejeros, coordinadores de programas y más. Pueden crear campañas de mercadeo social, abogar por cambios en las políticas y desarrollar programas para sus semejantes y comunidades. Cualquiera sea la forma que adopte el liderazgo juvenil, seis principios centrales del desarrollo de jóvenes (Pagliaro & Klindera, 2001) brindan una orientación útil a asociaciones o alianzas de personas jóvenes y adultas para prevenir la violencia sexual: 1. Enfatizar lo positivo, no los problemas. Los conocimientos, experiencias, ideas y habilidades de l@s jóvenes son recursos extraordinarios para innovaciones en la prevención de la violencia sexual. Los programas de liderazgo juvenil apoyan a cada joven a fin de que desarrolle y aplique sus fortalezas individuales, en vez de centrarse en limitaciones percibidas o “conductas problemáticas” de jóvenes. 2. Abordar las necesidades reales de gente joven . Es importante abordar las cuestiones que son motivo de preocupación para jóvenes tal como ell@s las definen. Estos asuntos pueden ser diferentes a los que las personas adultas querrían abordar. No es probable que l@s jóvenes quieran permanecer en programas que no reflejan sus prioridades. La mejor manera de identificar las necesidades de jóvenes es preguntarles sobre las mismas. 3. Involucrar a jóvenes en el desarrollo de programas. La participación juvenil debe ser significativa, no sólo simbólica. La capacitación en liderazgo es un importante primer paso y debe ir acompañada de oportunidades reales para que l@s jóvenes puedan liderar dentro de la organización. Incluir a jóvenes como personas que toman decisiones claves respecto a la planificación, implementación y evaluación de programas fomenta que se apropien de la prevención de la violencia sexual y ayuda a crear programas adecuados para jóvenes. 4. Involucrar a personas adultas conocedoras y dedicadas. Además de conocimientos y recursos, las personas adultas aliadas tienen que traer mentes abiertas, actitudes positivas y un sólido compromiso a este trabajo. También deben estar dispuestas a aprender, reconociendo que l@s jóvenes tienen mucho que enseñarle a la gente adulta. Los programas de liderazgo juvenil trabajan para promover el respeto y la confianza entre personas jóvenes y adultas. 5. Reconocer las influencias de los ambientes de la gente joven . Es crucialmente importante comprender los roles que juegan los ambientes familiares, escolares, sociales y culturales de l@s jóvenes. También es vital entender las características de la comunidad, así como el nivel de la preparación comunitaria para la prevención de la violencia sexual. 6. Formar asociaciones o alianzas comunitarias. El liderazgo juvenil en la prevención de la violencia sexual no se trata sólo de movilizar a jóvenes, sino de que ell@s movilicen a sus comunidades para el cambio social. Esto requiere que l@s jóvenes se conecten con líderes, , instituciones y recursos de la comunidad. Formar asociaciones o alianzas comunitarias también ayuda a difundir un mensaje constante en toda la comunidad. Estos principios resaltan el potencial de los enfoques en el liderazgo juvenil para prevenir la violencia sexual a múltiples niveles. A nivel individual, l@s jóvenes y sus aliad@s adult@s desarrollan habilidades para la prevención de la violencia y el cambio social. Las asociaciones entre jóvenes y adult@s también promueven relaciones saludables y respetuosas entre amb@s. Finalmente, líderes jóvenes trabajan para prevenir la violencia sexual modificando normas sociales a nivel comunitario y promueven el cambio social a nivel de la sociedad influyendo en las políticas en sus escuelas, comunidades, estados y diversas partes del país. Abordar todos estos niveles es clave para poner fin a la violencia sexual. Personas adultas como aliadas L@s adult@s juegan un rol importante asegurando que todas las personas involucradas en un programa—jóvenes y adult@s—cuenten con la preparación, los recursos y el apoyo que necesitan para trabajar en alianza por la prevención de la violencia sexual. Las personas adultas también crean oportunidades para que l@s jóvenes desarrollen habilidades, tomen decisiones y lideren proyectos de prevención. El adultismo puede ser un obstáculo significativo para una asociación o alianza exitosa entre jóvenes y adult@s. El término adultismo se refiere a “conductas y actitudes basadas en la suposición de que las personas adultas son mejores que las personas jóvenes y tienen derecho a actuar sobre éstas sin su acuerdo” (Bell, 1995). “La esencia del adultismo es la falta de respeto a los derechos elementales de las personas. Se considera que l@s jóvenes son menos importantes e incluso inferiores a los adultos. Ni siquiera se confía en que se desarrollen correctamente, así que se les debe enseñar, disciplinar, castigar y guiar en el mundo de los adultos” (Bell, 1988). En las asociaciones o alianzas entre jóvenes y adult@s, las personas adultas aliadas deben evaluar las prácticas y políticas de sus programas a través del lente del adultismo y afrontar cualquier obstáculo a la participación plena e igualitaria de jóvenes. Más información y recomendaciones acerca de cómo abordar el adultismo en las asociaciones o alianzas entre jóvenes y adult@s para la prevención de la violencia sexual está disponible en el recurso Estrategias para convertirte en una persona aliada adulta . Modelos de rol en la prevención • STAND & SERVE es una iniciativa de prevención primaria de Peer Solutions en Phoenix, Arizona. Jóvenes desarrollan, implementan y evalúan estrategias para cultivar normas saludables a fin de prevenir las causas fundamentales de la violencia. Educan a sus pares, integran la Junta Directiva, participan en proyectos de servicio continuo en toda su comunidad y son anfitriones de la Coalición STAND & SERVE, un grupo de integrantes de escuelas, familias, empresas y la comunidad de todas las edades que se dedican a cultivar comunidades seguras, saludables y respetuosas. http://www.peersolutions.org/stand-and-serve/ • Camp PeaceWorks, un proyecto de Mujeres de Berks en Crisis en Reading, Pensilvania, es un campamento de verano de cinco días diseñado para formar asociaciones entre personas jóvenes y adultas para abordar asuntos de justicia social. L@s participantes exploran las causas fundamentales de la violencia en la sociedad y desarrollan habilidades para intervenir en casos de opresión. Después del campamento, activistas jóvenes desarrollan iniciativas contra la opresión y para prevenir la violencia en sus escuelas y comunidades. http://www.berkswomenincrisis.org/peaceworks.html • Youth 360 es el programa de liderazgo juvenil del Centro para Crisis por Violación de Cleveland. Jóvenes desarrollan conocimientos y habilidades sobre la prevención de la violencia sexual, además de crear y liderar sus propios proyectos para involucrar a sus comunidades en la prevención. http://www.clevelandrapecrisis.org/services/education-prevention/youth-360 • Youth Over Violence, una división of Peace Over Violence en Los Ángeles, tiene varios programas de liderazgo juvenil. La Capacitación de Verano de Youth Over Violence, un programa de desarrollo de liderazgo, prepara a jóvenes para que organicen actividades de prevención en sus campus. Students Together Organizing Peace (STOP, o Estudiantes Organizando Juntos la Paz) es un club de base escolar donde se capacita y alienta a estudiantes a planificar actividades de prevención para sus comunidades. http://youthoverviolence.org • Programa de Socios Jóvenes LGBTQ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero, Queer) para la Prevención del Abuso, un proyecto de la Alianza de Jóvenes Gay, Lesbianas, Bisexuales y Transgénero de Boston (BAGLY) y The Network/La Red, es un programa de prevención liderado por pares que promueve la sexualidad y las relaciones saludables entre jóvenes LGBTQ. http://www.bagly.org Recursos adicionales ¿Vamos al siguiente paso? Están disponibles muchos recursos excelentes a medida que avanzas en tu camino hacia la construcción de asociaciones o alianzas exitosas entre personas jóvenes y adultas para la prevención de la violencia sexual. Éstos son algunos para ayudarte a empezar: Bell, J. (1988). El adultismo y el papel de los adultos en el desarrollo del liderazgo juvenil, en Dorothy Stoneman & John Bell, Manual de desarrollo de liderazgos del Programa de Acción Juvenil de las Escuelas Negras del Este de Harlem, Nueva York. Reproducido por la Fundación Puntos de Encuentro en Curso ‘Género, adultismo y relaciones de poder’. Disponible en http://sidoc.puntos.org.ni/publicacionesptos/documentos/genero-adultismo-y-relaciones-de-poder.pdf Centro John W. Gardner para Jóvenes y sus Comunidades. (2007). Youth Engaged in Leadership and Learning (YELL): A handbook for program staff, teachers, and community leaders (2nd ed.) [Jóvenes involucrad@s en Liderazgo y Aprendizaje (YELL): Manual para personal de programas, docentes y líderes de las comunidades, 2a. edición]. Disponible en http://jgc.stanford.edu/our_work/yell/YELL.0712.Intro.final.pdf Centro para la Prevención de la Violencia Juvenil de Michigan. (2008). YES curriculum. [Currículo YES (Youth Empowerment Solutions = Soluciones para el Empoderamiento Juvenil)]. Disponible en la Universidad de Michigan, Escuela de Salud Pública: http://yvpc.sph.umich.edu/programs/yes-youth-empowerment-solutions/curriculum/ Klindera, K. & Menderweld, J. (2001). Involucramiento de los jóvenes en la programación de la prevención. Disponible en Advocates for Youth: http://www.advocatesforyouth.org/component/content/534?task=view Lee, D. & Leslie, A. (2012). Youth 360: Youth leadership to prevent sexual violence [Juventud 360: Liderazgo juvenil para prevenir la violencia sexual], podcast en audio. Disponible en Prevent Connect: http://www.preventconnect.org/2012/01/youth-360 Monusky, K. (ed.). (2011). Youth-led prevention [Prevención liderada por jóvenes], edición especial. Partners in Social Change, 15(1). Disponible en la Coalición de Programas contra la Violencia Sexual de Washington: http://wcsap.huang.radicaldesigns.org/sites/wcsap.huang.radicaldesigns.org/files/uploads/WINTER%202012%20PISC.pdf Norman, J. (2001). Building effective youth-adult partnerships [Construyendo asociaciones exitosas entre jóvenes y personas adultas]. Transitions, 14(1),10-12, 18. Disponible en http://www.advocatesforyouth.org/storage/advfy/documents/transitions1401.pdf Tate, T. F. & Copas, R. L. (2003). Insist or enlist? Adultism versus climates of excellence [¿Insistir o alistar? Adultismo versus entornos de excelencia]. Reclaiming children and youth, 12(1), 40-45. Disponible en http://reclaimingjournal.com/sites/default/files/journal-article-pdfs/12_1_Tate_Copas.pdf Whitman, J. L. (2007). Teen action toolkit: Building a youth-led response to teen victimization [Colección de herramientas de acción para adolescentes: Construyendo una respuesta liderada por jóvenes a la victimización de adolescentes]. Disponible en el Departamento de Justicia, Servicios Policiales Orientados por la Comunidad: http://www.cops.usdoj.gov/Publications/teen%20action%20toolkit.pdf Referencias Bell, J. (1995). Understanding Adultism: A Key to Developing Positive Youth-Adult Relationships [Comprendiendo el adultismo: Una clave para desarrollar relaciones positivas entre jóvenes y personas adultas]. Disponible en YouthBuild USA: https://youthbuild.org/sites/youthbuild.org/files/kb_item/2011/11/792/UnderstandingAdultism.pdf Pagliaro, S. & Klindera, K. (2001). Youth development: Strengthening prevention strategies [Desarrollo de jóvenes: Fortaleciendo las estrategias de prevención]. Disponible en Advocates for Youth: http://www.advocatesforyouth.org/publications/550 © Centro Nacional de Recursos contra la Violencia Sexual (NSVRC) 2014. Todos los derechos reservados. Autora: Annie Gebhardt, MPH Traducción: Laura E. Asturias (www.transwiz.org)