¿QUÉ ES LA VIOLENCIA SEXUAL? Información general Sobre el uso de la @: En Latinoamérica feministas, estudiantes y activistas han utilizado por muchos años la “@” (arroba) en sus escritos para subrayar la importancia de utilizar un lenguaje anti-sexista y para promover la inclusión de géneros. En muestra de solidaridad y por la importancia de estos objetivos para nuestra agencia, la “@” será utilizada en nuestros escritos. 1 La violencia sexual afecta a mujeres, hombres y niñ@s durante sus vidas. Es una violación al derecho humano a una vida segura. Sus efectos pueden ser devastadores para las personas, familias y comunidades. Sin embargo, existe ayuda. Cuando tod@s trabajamos en conjunto para ayudar a las víctimas y responsabilizar a l@s perpetradoras/es, los efectos negativos pueden reducirse. Junt@s, podemos cambiar las condiciones que contribuyen a la violencia sexual. ¿Qué es la violencia sexual? La violencia sexual ocurre cuando alguien fuerza o manipula a otra persona a realizar una actividad sexual no deseada sin su consentimiento. Las razones por las cuales no hay consentimiento pueden ser el miedo, la edad, una enfermedad, una discapacidad y/o la influencia del alcohol u otras drogas. La violencia sexual le puede ocurrir a cualquiera, incluyendo: niñ@s, adolescentes, adult@s y personas mayores. Aquell@s que abusan sexualmente pueden ser personas conocidas, miembros de la familia, personas confiadas o desconocid@s. La violencia sexual es un crimen. Existen muchos tipos: • Violación o agresión sexual • Incesto • Abuso sexual de menores • Abuso sexual en la pareja • Contacto sexual o caricias no deseadas • Acoso sexual • Explotación sexual • Mostrarle los genitales o el cuerpo desnudo a otr@s sin su consentimiento • Masturbación pública • Observar a otra persona en un acto sexual o privado sin su conocimiento o permiso Realidades sobre la violencia sexual REALIDAD: Lo más probable es que conozcas a alguien que ha sido víctima de violencia sexual La violencia sexual afecta a personas de todos los géneros, edades, razas, religiones, ingresos, capacidades, profesiones, etnicidades y orientaciones sexuales. Sin embargo, las desigualdades sociales incrementan el riesgo 1 de cada 4 mujeres y 1 de cada 6 hombres será abused@ sexualmente antes de la edad de 18 años (Finkelhor, Hotaling, Lewis & Smith, 1990). En algún momento de sus vidas, 1 de cada 6 mujeres han vivido una violación o un intento de violación; más de la mitad han sido antes de la edad de 18 años, y 22% antes de la edad de 12 años (Tjaden & Thoennes, 2000). En algún momento de sus vidas, 1 de cada 33 hombres han vivido una violación o un intento de violación; 75% lo han vivido antes de la edad de 18 años, y 48% antes de la edad de 12 años (Tjaden & Thoennes, 2000). REALIDAD: Las víctimas generalmented conocen a quien l@s abusan. Las personas que cometan actos de violencia sexual generalmente atacan a alguien conocido—un@ amig@, vecin@, compañer@ de clase o de trabajo, o un familiar. En el caso de adultos, 73% conocían a su agresor@, 38% eran sus amig@s, 28% eran su pareja y 7% eran sus familiares (Maston & Klaus, 2005). En el caso del abuso de menores, el 90% de las víctimas conocían a su agresor@ de antemano (Greenfeld, 1996). Aproximadamente 40% de las agresiones sexuales ocurren en la casa de las víctimas. Otro 20% suceden en la casa de una amistad, de un(a) vecin@ o de un familiar (Greenfeld, 1997). REALIDAD: Las víctimas nunca son culpables No importa cómo se vistan ni como actúen, nadie pide ser violad@. Las personas que abusan sexualmente por lo general usan la fuerza, lastiman, o amenazan. Sólo porque no haya heridas no quiere decir que la víctima haya dado su consentimiento. REALIDAD: La violación es el crimen violento menos reportado y condenado en los Estados Unidos. Hay muchas razones por las cuales una víctima puede decidir no reportar a las autoridades o no contarle a nadie lo que le ocurrió. Algunas de esas razones son: • Miedo a que no le crean • Miedo a que el/la agresor@ tome venganza • Vergüenza o pena • Miedo de ser culpad@ • Presión de otras personas a no hablar • Desconfianza de las autoridades • Creencia que no hay suficiente evidencia • Deseo de proteger al a agresor@ Muchas víctimas que sí reportan una violación o agresión sexual descubren que al final no hay arresto ni condena: La probabilidad de arresto de una agresión sexual reportada es de 50.8% (Reynolds, 1999). La probabilidad de que un violador o violadora vaya a la cárcel es de 16.3% (Reynolds, 1999). REALIDAD: La violencia sexual se puede prevenir Trabajando con el centro de ayuda a víctimas de violación de su comunidad (llamados rape crisis centers), puede ayudar a ponerle fin a la violencia sexual. Algunas maneras de involucrarte son: • Da el ejemplo con relaciones y comportamientos saludable cuando estés con amistades y familia • Apoya a las víctimas y confía en su palabra • Alza tu voz cuando escucha comentarios agresivos o presencias actos violentos • Crea políticas en tu lugar de trabajo, agencia, o sistema escolar para poner fin a la violencia sexual y asistir a las víctimas • Coordina eventos comunitarios que aumenten la conciencia sobre la violencia sexual • Habla con miembros de tu comunidad sobre formas en que ell@s pueden involucrarse • Habla con tus legisladoras/es y pídeles que apoyen la prevención y los servicios para víctimas • Escribe una carta al periódico en apoyo a las víctimas y a los programas de prevención Los impactos de la violencia sexual Impacto en la/el sobreviviente Cada sobreviviente reacciona a la violencia sexual en su única manera. Estas reacciones pueden ser afectadas por el estilo personal, la cultura y el contexto de vida de el/la sobreviviente. Algun@s expresan sus emociones, mientras que otr@s prefieren mantenerlas dentro. Algun@s contarán lo que pasó inmediatamente, otr@s esperarán semanas, meses o incluso años antes de discutir la agresión, si es que deciden hacerlo. Hay que saber respetar las decisiones de cada persona y las formas con las que deciden lidiar con este evento traumático. Una agresión sexual puede impactar la vida diaria de una persona, aunque el evento haya sido completado o no, o aunque haya sucedido hace años. Existen muchas reacciones que impactan a las víctimas. Algunas de las reacciones emocionales, psicológicas y físicas más comunes son: Reacciones Emocionales • Culpa, pena • Vergüenza • Miedo, desconfianza • Tristeza • Vulnerabilidad • Aislamiento • Pérdida de control • Ira, enojo • Entumecimiento • Confusión • Descreimiento • Negación Reacciones Psicológicas • Pesadillas • Recuerdo retrospectivo traumático • Depresión • Dificultad en concentrarse • Trastorno por Estrés Postraumático • Ansiedad • Trastorno alimentario • Uso o abuso de alcohol o drogas • Fobias • Baja autoestima Reacciones Físicas • Cambios en patrones de alimentación o de sueño • Aumento en la respuesta de sobresalto • Preocupación por la seguridad personal • Daños físicos • Preocupación por embarazo o contracción de SIDA u otras enfermedades de transmisión sexual Impacto en la pareja La violencia sexual puede afectar a padres y madres, amig@s, parejas, hij@s, y compañer@s de trabajo de el/la sobreviviente. Las parejas a veces pueden mostrar reacciones y sentimientos similares al de el/la sobreviviente al intentar entender lo que sucedió. Miedo, pena, culpa e ira son algunas de las reacciones que pueden aparecer. Para poder ser el mejor apoyo posible a el/la sobreviviente, es importante que las personas cercanas reciban ayuda para ellas mismas. Los servicios sociales locales proveen servicios confidenciales gratis a mujeres, hombres y niñ@s que han sido afectados por la violencia sexual. Estos incluyen el apoyo terapéutico a nivel individual, familiar o grupal; información y servicios de referencia; y asistencia de intervención las 24 horas. Impacto en las comunidades La violencia sexual puede también tener un impacto comunitario. Las escuelas, los lugares de trabajo, los vecindarios, las universidades y las comunidades culturales o religiosas pueden sentir miedo, ira o descreimiento si una agresión sexual ocurre dentro de ellas. Como cualquier otra forma de violencia, la violencia sexual rompe el tejido social que mantiene el bienestar comunitario. A su vez, hay costos financieros para las comunidades. Estos incluyen los servicios médicos, los costos de justicia penal, las tarifas por los servicios de crisis y salud mental, y las contribuciones perdidas de aquellas personas afectadas por la violencia sexual. Según el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (1996) el costo del crimen a las víctimas es aproximadamente $450 billones por año. La violación es el crimen más costoso de todos, sumando un total de $127 millones anuales. Impacto en la sociedad La violencia sexual pone en peligro a las estructuras más importantes de la sociedad generando un clima de violencia y miedo. Según la Junta de Protección de Sistemas de Mérito (U.S. Merit Systems Protection Board) en 1995, el acoso sexual por sí solo le costó al gobierno federal alrededor de $327 millones de dólares en pérdidas asociadas con la rotación de personal, licencias por problemas de salud, y la productividad individual o grupal de sus emplead@s. El 50% de las víctimas de violación perdieron su trabajo o fueron forzadas a renunciar en el año siguiente al asalto por la severidad de sus reacciones (Ellis, Atkeson & Calhoun, 1981). Académicos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Johns Hopkins han indicado que el desarrollo de Trastorno por Estrés Postraumático es probable en entre 50 y 95% de los casos de violación sexual (1999). Las pérdidas de ingresos a lo largo de la vida a causa de violencia sexual en la adolescencia se estiman alrededor de $241,600 (MacMillan, 2000). Las diversas contribuciones y logros que jamás sucederán a causa de la violencia sexual son costos para la sociedad que no pueden ser medidos. Existe ayuda Los Centros de Asistencia de Crisis a Víctimas de Violación proveen asistencia y apoyo a las víctimas de la violencia sexual. Puedes llamar a la Red Nacional de Violación, Abuso e Incesto (RAINN por sus siglas en inglés) al 1-800-656-4673 para recibir asistencia. El número de RAINN transmite su llamada al centro de asistencia más cercano a usted afiliado a su red. Quién le atienda puede proveer le de información y apoyo, al igual que dirigirle a otr@s profesionales u organizaciones que le ayudarán. Algunos centros tienen asesor@s que hablan español y que pueden proveerle estos servicios directamente. Otros centros trabajan con intérpretes para comunicarse con personas que hablan español. Si necesita asistencia o más información sobre como acceder a servicios locales, por favor contacta al Centro Nacional de Recursos contra la Violencia Sexual al 1-877-739-3895. El proceso de sanación luego de la violencia sexual puede ser difícil y tomar mucho tiempo. Con el apoyo necesario y con el paso del tiempo, se puede sanar. Para información adicional y recursos sobre la violencia sexual, visita al NSVRC en http://www.nsvrc.org. Junt@s podemos crear una cultura donde la violencia sexual no sea tolerada. Ellis, E. M., Atkeson, B. M., & Calhoun, K. S. (1981). An assessment of long-term reaction to rape, Journal of Abnormal Psychology, 90, 263-266. Erdreich, B. L., Slavet, B. S., & Amador, A. C. (1995). Sexual harassment in the federal workplace: Trends, progress, continuing challenges. Washington, D.C.: Junta de Protección de Sistemas de Mérito de los EE.UU. Finkelhor, D., Hotaling, G., Lewis I. A., & Smith, C. (1990). Sexual abuse in a national survey of adult men and women: Prevalence, characteristics, and risk factors. Child Abuse & Neglect, 14, 19-28. Greenfeld, L. A. (1996). Child Victimizers: Violent offenders and their victims. (NCJ 153258). Acceso online en el Buró de Estadísticas de la Justicia: http://bjs.ojp.usdoj.gov/content/pub/pdf/CVVOATV.PDF Greenfeld, L.A. (1997). Sex offenses and offenders: An analysis of data on rape and sexual assault (NCJ 163392). Acceso online en el Buró de Estadísticas de la Justicia: http://bjs.ojp.usdoj.gov/content/pub/pdf/SOO.PDF MacMillan, R. (2000). Adolescent victimization and income deficits in adulthood: Rethinking the costs of criminal violence from a life-course perspective. Criminology, 38, 553-577. Maston, C., & Klaus, P. (2005) Criminal Victimization in the United States, 2003 statistical tables: National Crime Victimization Survey (NCJ 207811). Acceso online en el Buró de Estadísticas de la Justicia: http://bjs.ojp.usdoj.gov/content/pub/pdf/cvus03.pdf Miller, T. R., Cohen, M. A., & Wiersema, B. (1996). Victim costs and consequences: A new look (NCJ 155282). Acceso online en el Instituto Nacional para la Justicia: http://www.ncjrs.gov/pdffiles/victcost.pdf Programa de Información de Poblamiento. (1999). Population reports: Ending violence against women. Baltimore, MD: Escuela de Salud Pública de la Universidad de Johns Hopkins. Reynolds, M. O. (1999). Crime and punishment in America: 1999 (Report No. 229). Acceso online en el Centro Nacional para el Análisis de Políticas: http://www.ncpa.org/pdfs/st229.pdf Tjaden, P., and Thoeness, N. (2000). Prevalence, incidence and consequences of violence against women: findings from the National Violence Against Women Survey (NCJ 183781). Acceso online en http://www.ncjrs.gov/pdffiles1/nij/183781.pdf